En este video el Pastor David Ruíz nos anima a ver a los perdidos como Dios los ve. El hijo pródigo, en la parábola conocida con ese nombre, fue recibido por el padre con una posición de hijo, tal como la de su hermano. El padre derramó muchos beneficios sobre el hijo pródigo y el otro hijo se puso celoso. No entendía la amabilidad del padre hacia su hermano rebelde.
Como iglesia, somos parte de una misma familia, la familia de Dios. Jesús tiene todo el poder y autoridad y nos ha dado la encomienda de hacer discípulos de todas las naciones. Como hijos de Dios no nos debe parecer extraño invertir los recursos que el Señor nos da para lograr ese fin.